Multiple extraneural metastasis of glioblastoma multiforme
- Undabeitia Huertas, J. 1
- Castle, M.
- Arrazola, M.
- Pendleton, Courtney
- Ruiz, I.
- Urculo Bareño, Enrique
- 1 servicio de neurocirugia. hospital universitario donostia
ISSN: 1137-6627
Año de publicación: 2015
Volumen: 38
Número: 1
Páginas: 157-161
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Anales del sistema sanitario de Navarra
Resumen
Fundamento. Los glioblastomas multiformes son los tumores cerebrales primarios más frecuentes. A pesar de los avances en su tratamiento quirúrgico, quimioterápico y radioterápico su pronóstico sigue siendo pobre. Las metástasis extracraneales de glioblastoma multiforme suponen una rara complicación dentro del curso de la enfermedad y ha sido descrita su aparición en distintas localizaciones como pulmón, hígado, hueso o ganglios linfáticos.Caso clínico. Presentamos el caso de una paciente de 20 años que consultó por un cuadro de evolución subaguda. Se obtuvo una RMN cerebral que demostró la presencia de una lesión temporal derecha, que sugería un glioma de alto grado como primera posibilidad diagnóstica. Se intervino a la paciente, realizando una resección macroscópicamente completa de la lesión. Se administró tratamiento radioterápico y quimioterápico adyuvante, de acuerdo con el protocolo de nuestro centro. Cinco meses después de la cirugía la paciente consultó por dolor torácio y tos seca. Se realizó un TAC toraco-abdomino-pélvico, que mostró la presencia de infiltrados pulmonares bilaterales con derrame pleural asociado, un nódulo pancreático y varias lesiones vertebrales líticas. Las lesiones pulmonares fueron biopsiadas. El diagnóstico anatomopatológico fue de metástasis de glioblastoma multiforme. La paciente falleció ocho meses después del diagnóstico inicialConclusiones. Las metástasis extracraneales de glioblastoma multiforme son un suceso poco frecuente, aunque su incidencia está aumentando en posible relación con el aumento de la supervivencia de nuestros pacientes. La aparición de esta complicación se asocia a un estado terminal de la enfermedad. A pesar de su baja frecuencia se debe mantener un alto nivel de sospecha en su diagnóstico para poder mejorar la calidad de vida de estos pacientes.