Stents periféricos biorreabsorbibles

  1. Gaizka Benguria-Arrate
  2. Marta López de Argumedo González de Durana
  3. Lorea Galnares-Cordero

Editorial: Servicio Central de Publicaciones = Argitalpen Zerbitzu Nagusia ; Gobierno Vasco = Eusko Jaurlaritza ; Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad

Año de publicación: 2014

Tipo: Libro

Resumen

La Enfermedad Vascular Periférica (EVP) es un trastorno de la circulación lento y progresivo. Incluye todas las enfermedades en cualquiera de los vasos sanguíneos fuera del corazón y las enfermedades de los vasos linfáticos (las arterias, las venas o los vasos linfáticos). Los órganos que reciben el suministro de sangre a través de estos vasos, como el cerebro, así como las piernas, pueden dejar de recibir un flujo sanguíneo adecuado para su funcionamiento normal. Pero las piernas y los pies son las partes más frecuentemente afectadas. La EVP suele estar caracterizada por un estrechamiento de los vasos sanguíneos que transportan sangre a los músculos de las piernas y los brazos. La causa más común es la aterosclerosis. La placa reduce la cantidad de sangre que fluye a las extremidades y, en consecuencia, el oxígeno y los nutrientes disponibles para los tejidos. Aproximadamente la mitad de las personas diagnosticadas con enfermedad vascular periférica son asintomáticas. El tratamiento de la enfermedad vascular o arterial periférica tiene dos objetivos principales: controlar los síntomas y detener el avance de la enfermedad para disminuir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y demás complicaciones. Los stents biorreabsorbibles aportan a priori durante las primeras semanas de su implantación el soporte necesario para los vasos y pueden servir como liberadores del fármaco necesario. La ausencia completa en un tiempo determinado del stents propiamente dicho minimiza problemas como la reestenosis, trombosis del stent, etc. y por otra parte se conseguiría también reducir la terapia antiagregante establecida en el caso de los stents metálicos.